"Bajo la sombra del árbol del pecado me recuesto a soñar"

Pese a que ya tuve el honor de prologar este libro, he sido tan descuidado que no me había tomado el tiempo suficiente para hablar de él, y de hacerlo bien además. Y eso es una pena, ya que es un libro muy interesante, que no sólo merece la atención sino una crítica decente. En primer lugar se trata de un libro de poesía de una mujer joven a la que tengo la dicha de conocer, y que se dedica a la difusión del arte y la literatura underground, que recientemente ha regresado a editar las antologías del Colectivo Entrópico; trabajo que ya había hecho con anterioridad, dándole mayor seriedad al proyecto. En segundo lugar, es la primer publicación de esta poeta hidalguence que ha sido acogida por ciudad Nezahualcoyotl, y que merece ser leída ya que tiene bastante qué decirnos de lo que es la poesía y su trabajo que ha vendido cuidado desde hace años. Se trata de Daniela Flores, y su poemario Plegaria a un cuerpo. Que en esta ocasión tengo el gusto de comentar de forma más extensa.
"mis trazos te rodearán como hiedras amorosas
y conocerás la paz"

Un comentario adicional sobre esto es que el libro cuenta como una edición de autor, por lo que se enfrenta a un proceso de difución más lento, pero tiene la fuerza de que es impulsada por mero interés personal.
"en la espalda fornida pero delicada
encomiendo mi cuerpo, señor del aire"
El libro ha tardado en madurar, como se puede ver en algunos de los textos (ya que no tienen la misma calidad o estilo), pero Daniela no se arrepiente de su trabajo, o del tiempo que le ha llevado publicarlo, pese a los comentarios que ha recibido al respecto. De hecho, cualquier autor que se respete siente cierto desprecio por su primer libro, ya que lo ve como es en realidad, fuera de los sentimientos interiores que se evocan mientras se va escribiendo Por el contrario, este libro es una muestra breve de su esfuerzo literario, y de toda la dedicación que esta joven periodista siente por su trabajo personal.
El poemario de Daniela trata sobre la existencia, como todos. Es decir, es un recuento de recuerdos y anhelos, vistos a través de los ojos de una mujer que busca encontrar su camino en una ciudad machista y comprometida con la abyección. Quizá por esto es que sus palabras tratan de recuperar el aire de provincia, con cierta nostalgia si se quiere, de la única patria a la que se puede ser realmente fiel, el cuerpo mismo. Lo que lo hace digno de interés es que un libro que busca ser contestatario a su manera, con un lenguaje simple y directo, que le permita al lector entender con la mayor precisión posible el mensaje que busca transmitirnos. Pero esto no demerita la calidad de sus versos, sino que nos los pone a un nivel más tangible, más humano, menos académico. Claro que esto mismo puede que no sea del agrado de muchos lectores. En lo personal, sus versos llegan a ser un tanto tiernos, llenos de una musicalidad cantadita, pero honestos. Daniela no es una poeta que busca impresionar con un lenguaje profundo y artificial, sino que quiere ser leída, comprendida, ver a los demás identificarse con ella.

Esta poeta es una mujer joven, una que canta a los cuerpos y a la energía que emana de sus sexos por fin encontrados (o al final de la búsqueda), que nos deja entrever en sus letras lo que la ciudad le ha hecho. Porque además, su poesía nos remite a la urbanidad, en particular una llena de melancolía y anhelo. El sexo se vuelve también una forma de supervivencia. Los amantes no están tan jodidos sin al final pueden encontrase idénticos (y un amante puede se cualquiera, lo que sea). Quizá peco al decir que sus poemas son un verdadero canto femenino ante su propio cuerpo, pero me queda esa satisfacción de poder alcanzar a descubrir en su lenguaje a la poeta dentro de la mujer, a la mujer dentro de la mujer. No es correcto leer sus versos como si fueran descripciones crudas del preámbulo de lo sexual, ya que nunca se aborda el acto en sí mismo, sino como un futuro o un pasado, siempre inminente pero lejano.

Estas son las razones que tengo para decirle a los demás que vale la pena ser leída. Una aventura a algo que viene. Si me equivoco, no puedo negar la posibilidad. Este poemario es el preámbulo de una obra que puede enriquecernos en algún grado. La experiencia, y las críticas, harán de esta mujer una mejor poeta, una mujer con menos trabas y con más intensidad en su trabajo. Quede en usted, lector, la opinión que tenga al respecto.
"Y esta es la plegaría que ofrezco,
porque yo,
en este mundo,
no tengo más"
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