
En este momento le dedico unas cuantas palabras a la obra de la escritora Tamaulipeca Nora, quien es una chica bastante alegre y joven, que parece tener mucho que contarnos. Como comentario adicional, esta chica es una muestra de que hay gente haciendo cosas a lo largo de la República, lista para llenar ese vacío institucional que mantiene en casi estado de coma al sistema de creadores nacional. No es mi intención crear grandes expectativas sobre esta autora, y mucho menos un compromiso que quizá ni ella esté dispuesta a ofrecer a la sociedad. Mas no deja de ser emocionante conocer personas que se entregan con semejante inocencia a su obra, y que lo hacen bien.
"La triste mujer, vendía cachivaches y tiliches,
sobre la explanada de una plazoleta. Empujaba cada mañana,
en cuanto marcaban las seis, una vieja carreta
llena de recuerdos que ya nadie quería".

"A los muertos no se les deja, mijo. Ni a la tierra de uno,
cuando le llama. Yo no me puedo ir. un día van a regresar
sus hermanos, y cuando lleguen, los voy a enterrar,
como enterré a tu padre".
El libro de Nora es apenas una muestra de una joven promesa que se está abriendo paso entre las nuevas generaciones de escritores de provincia, la negada provincia, que se mantiene aún al margen del costumbrismo citadino por lo puramente sexoso (ese otro cáncer de la literatura nacional moderna, no por atrevida, sino por estancada y carente de provocación verdadera de las conciencias). Así es, queda esperanza allá afuera, y esta es una prueba de ello. Podemos leer esta obra debido a que esta mujer es el 11° Premio Nacional de Cuento Tintanueva 2016.
Para más información sobre esta autora pueden buscar la página de Fb de Tintanueva ediciones, o bien con la autora, quien espero no tome a mal que deje acá su correo electrónico, junto con el de Federico, director de la editorial, con quienes pueden conseguir mayor información sobre la autora.
nora.i.castro@gmail.com
y
tintanueva.ediciones@yahoo.com.mx
Como siempre, agradezco a Federico Corral su inagotable trabajo en favor del arte, de la literatura, y el enorme empuje que le ha dado a su proyecto editorial, donde tantas voces han encontrado cabida. Es difícil en este país que una editorial autónoma se mantenga solamente de sus buenas intenciones, por lo que si lo llegan a encontrar a él, o a cualquiera de sus títulos en una feria de libros, su sello editorial es prácticamente una garantía de una obra de calidad. En la de mientras, esperemos a conocer las obras ganadoras de la siguiente emisión del premio, confiados que que siempre habrá una nueva edición por delante.