La
noche
no
es
una
boca
oscura,
reseca
y
sin
dientes,
es
un sitio dentro de uno mismo,
la
noche es el rostro perfecto tras el espejo
lleno
de vaho y a veces con un velo,
es
la mirada perdida más allá de la luz,
esa
mano repleta de anillos que no acaricia,
esa
insospechable tranquilidad de permanecer vacío.
E. Adair Z. V.