Comentario - Hotel (con jacuzzi x $280.00), de Sergio García Díaz, Fridaura 2015.
"Quiero que mis palabras
las de todos,
las que nos habitan y penetran
sigan alimentando nuestro ser"
Recientemente recibí de manos de Sergio García Díaz un ejemplar de su más reciente poemario Hotel (con jacuzzi x $280.00). Este libro se encuentra publicado bajo el sello editorial de Fridaura, y mantiene una línea muy sobria en su diseño, siendo su primera edición la de mayo de 2015. Se trata de un poemario de 80 páginas, con un terminado blanco, y con una fotografía de Jorge Martínez en portada, donde se muestra al propio Sergio en compañia de una modelo (Libertad), en un guiño bastante sugerente sobre su contenido; hay que mencionar que este estilo de portadas se está poniendo de moda entre varios escritores de Cd. Neza, y cuya obra gira en torno a la sexualidad o la interpretación de la realidad mediante el eros.
"Necesito chingarte bonito, vaya de lo lindo
por puro gusto"
El tema central del poemario de Sergio es, como siempre, el agente femenino, como meta, obsequio y finalidad de la cascada de palabras que se van concatenando en los 58 poemas que forman esta colección. Sin embargo, no se trata del erotismo burdo y puro que tan de moda se ha puesto en muchos movimientos literarios de la Ciudad de México. En Sergio, normalmente, el erotismo se transforma en un discurso que va perneando en otros temas un ámbitos, dejando que la mezcla recuerde la interpretación sobre la carnalidad del mismo universo.Un ejemplo de esto es la recurrente referencia a temas de física y astronomía, en los que se unen las interpretaciones y la angustia del proceso de poseer, cundo menos como elemento creativo, a ese ser que genera deseo sexual; incluso hay una secuencia de poemas dedicados a la célebre película Pulp Fiction, de Quientin Tarantino. Sin embargo, el trabajo no queda plenamente integrado, ya que algunos ligeros chascarrillos surgen cuando los conceptos científicos más complicados parecen ligeramente forzados a la aplicación más elemental de los versos; ya que la integración de la ciencia y la poesía requieren un grado de preparación más complejo de lo que se imagina el Respetable (o sea, el pueblo). Sin embargo, Sergio no se deja amedrentar por la complejidad teórica y derriba algunas barreras en pos de la plástica de su poesía.
El libro de Sergio va hilvanando distintos temas y distintas formas narrativas, de manera que nunca es un simple discurso repetitivo. Sí, se trata de la mujer y del sexo, del deseo y de la pesada carga de su mundanalidad, pero se busca mediante objetos y circunstancias tan humanas que no pueden darse por obvias. Las imágenes se revierten y transforman en cada ocasión que brotan de la página, dando paso que el lector acelere o se ponga a la misma marcha que esa voz invisible de Sergio entre las líneas. El título del libro parece una extravagancia, y ciertamente lo es, ya que no termina de aterrizar como una propuesta estética o conceptual que armonice con el resto de los poemas que conforman el poemario. Fuera de las ideas personales que puedan surgir de esto, o la simple descalificación directa por su "estética", hay que reparar en la vocación innovadora de Sergio, que permanentemente trata de encontrar otros caminos para completar su trabajo creativo, ya sea mediante el lenguaje, o bien, con este guiño que es el título, que sólo se puede comprender en la complejidad del modo de vida del garañón de barrio que caza ese tipo de gangas. Visto bajo esta luz, la idea del título impuesto al libro queda más clara.
"A veces el amor también se pudre
también se convierte en un dolor de muelas
en un costillar que se va quebrando
en un gradual derrumbe"
La imaginería de Sergio nos entrega un libro que debe ser leído antes de generar una opinión al respecto de su calidad. No obstante, el buen humor de este escritor de Neza se deja sentir en cada poema, y la lista de sus juegos de palabras se desglosan en orden, generando esa fiesta lírica tan propia de "Checo", y que se ha logrado ganar a una audiencia bastante fiel en Neza y la Ciudad de México. El albur inocente, el argüende como herramienta, y la desfachatez cínica del alborotador son parte indisoluble de su rima, y le dan ese tono tan desenfadado del hombre que recorre los caminos con la alegría de un poeta urbano. Mucho se puede decir sobre este libro, pero dejo que sea el lector quien se adentre en sus páginas, y que decida si le agrada o no esta propuesta estética. Yo en lo personal lo encontré agradable a la lectura, muy dentro de la línea de trabajo que ha venido puliendo con los años, y repleto de referencias sobre cine y arte, sobre el mundo en su crudeza y la necesidad de trascender a través de las mujeres.
Felicidades a Sergio por su nuevo libro, y que no se quede sin hacer ruido.
Sin embargo, uno de los detalles que más arruinaron la lectura fue la presencia de los errores de dedo en la corrección, que esperamos se puedan corregir en una segunda edición.