Y como todo lo que vende en este mundo es sexo... ahora toca hablar de otro de esos libros. Se trata de una colección de 13 cuentos (aunque dicen los que dicen que saben que es una novela) de la escritora francesa Anaís Nin, naturalizada Estadounidense. Es un libro de 1979, en el que se aborda la picardia de las aventuras sexuales de una serie de mujeres, en distintos contextos, pero que se conectan por la presencia del arte, la pintura y el desperar erótico. El título en inglés es "little birds" que se me hace de mejor gusto que su traducción, pero... eh, tampoco es tan malo.
En estos cuentos podemos observar una serie de pasajes que ocurren en distintas partes del mundo, pero que giran dentro de la erótica femenina, y más allá de eso, de las circunstancias que envuelven estas experiencias. No obstante, no se trata de un libro más de sexo sabroso y cochambroso, ya que desde el mismo prólogo, la autora nos manifiesta la necesidad de que el arte sea superior al morbo, por lo que si bien muchas de las piezas son candentes, se enfocan en las personas; en especial en la complejidad de las mujeres que afrontan el sexo desde su particular punto de vista.
Algunos de los cuentos son pícaros y lúdicos, y otros son terriblemente desesperanzadores (en especial el de las Dos Hermanas), mientras que otros son un reclamo a la improvisada sexualidad de los personajes masculinos. ¿Porqué leer este libro? Porque es entretenido. Desde el comienzo hasta el final, tenemos una lectura fluida, que nos lleva por una diversidad propia de las mentes cosmopolitas, y que nos pone a dudar sobre la naturaleza de los personajes mismos, en los que invariablemente son las mujeres las que narran la mayoría de los hechos. Pese a esto, no, no es una novela feminista, sino humanista. Se trata de un libro de cuentos que recogen la condición humana y la desnudan en un cuarto, frente a sí misma, para que vea el natural proceso de comprensión sensual que posee de manera innata. Este libro tiene mucho mérito, al menos en mi opinión.
